El diseño del área de ventas es un híbrido de una tienda clásica y una máquina expendedora. El concepto funcional no es nuestra idea, nuestra tarea fue dar forma a la visión arquitectónica del cliente. Los requerimientos básicos del diseño indicaron que el espacio está desprovisto del servicio clásico y el comprador es atendido por así  sí mismo, desde el trámite de autorización en la entrada, pasando por la selección de los productos bienes y su empaquetamiento en una bolsa, hasta el pago electrónico y la salida del establecimiento. Todo el proceso es posible gracias al uso de decenas de cámaras que analizan el interior y el comportamiento de los compradores. Los siguientes diseños ilustran la evolución gradual del diseño S al C. El diseño S del establecimiento se ve exactamente igual tanto desde el frente como desde la parte posterior, pero el movimiento del cliente en el espacio es bidireccional. Sin embargo, esta solución estaba dedicada a areas de gran afluencia. Al cliente no le interesó. Se eligió el concepto C, que organiza el movimiento del cliente en una sola dirección, pero permite una presentación amplia de la mercancía dentro del espacio. Las cuestiones de la ergonomía de la instalación no fueron el único tema trabajado. Se puso gran énfasis en las diversas formas de construcción y ejecución de la fachada.
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